Por favor mi amor, no seas como los estúpidos, que creen que al haber logrado dar un paso, ya han acabado su camino. Si el amor es inteligente, puede ser interminable. Por eso, ámame ahora que tengo suficientes fuerzas para luchar por ti. No busques mi cansancio para expresarme lo que nunca quisiste decir. No necesito una retórica que me alivie el dolor de una mentira. Necesito una lealtad que me deje dormir en paz cada noche.
No es necesario que me envíes mensajes a cada instante. Me basta saber que cada vez que estás conmigo, yo soy tu prioridad. Me basta con saber que cada beso es real, como real es cada cosa que me dices.
No me urge que me entregues un anillo ni me pidas que tengamos hijos. No quiero que dependas de algo o alguien para estar a mi lado. Si vas a quedarte, que sea solo por amor.
Ámame ahora que hay salud y deseos para hacer el amor. No esperes a que llegue el día, en que debamos conformarnos con leer periódicos o ver una novela por la noche. Con confianza, hazme tuya en la cocina, en el patio o en la pila; pero no dejes que la monotonía de una cama nos anestesie la imaginación.
Ámame ahora que hay tanto de que hablar, no aguardes a que te incomoden mis silencios. No esperes verme llena de canas, con trapos viejos y manteles tejidos por mis propias manos, para así darte cuenta que tuviste una buena mujer siempre contigo. Ámame ahora que te apoyo en tus locuras, que me juego la vida creyendo en ti.
Recuerda que lo que no se cuida se pierde; que lo que se deja morir, nunca más regresa. No busques amarme cuando me haya ido. Ámame ahora, en cuerpo presente. Para que nunca te atormente mi fantasma.
Ámame ahora que me he desnudado el alma, porque los cuerpos desnudos, abundan en cualquier parte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario