¿Qué
tal si solo cierras los ojos y te dejas llevar por lo que tienes dentro? Te
propongo algo: escapémonos como dos inocentes que solo quieren tener paz. Como
dos locos a los que tanta pasividad les molesta. Como dos únicos a los que todo
lo demás les da igual. Fuera de este mundo de hipocresía, lejos de la envidia
de los que no han encontrado alguien con quien compartir las tardes. A los que
el café se les enfría buscando la felicidad.
Vamos,
alejémonos. Donde solo estemos tú y yo, y donde nos podamos besar el alma.
Donde la oscuridad no de miedo y el silencio parezca cantar. Donde podamos
vivir sin temores ni apariencias y donde no existan los secretos. Donde estemos
más cerca sin dejar de ser nosotros mismos. Donde la sociedad no nos esclavice,
ni etiqueten a su antojo nuestros sentimientos.
Lo
sé, puede parecer descabellado, puede que sea difícil pero no imposible. Tan
solo imagínalo por un momento. No me dirás que no es maravilloso el solo hecho
de pensarlo. Anda, dime que sí y prometo que no sabrás lo que es arrepentirse.
Prometo ser quien he sido hasta ahora, no tengo porque cambiar. Y si lo hago
será únicamente para mejorar. Para que cada día a mi lado sea el mejor de tu
vida. Para que una mañana gris no tenga por qué deprimirte, para que los
problemas pesen menos y para que cada noche sea una nueva aventura. Hagámoslo,
dejemos atrás todo lo que fue, marquemos un nuevo camino que otros quieran
seguir.
Nacimos para amarnos, para bebernos la vida en besos, para cobijarnos
en cada abrazo. Mi piel será por siempre tu refugio, y tu sonrisa calmará mis
tormentas. Recuérdalo te lo he dicho antes, somos como el blanco y el negro; no
a todos les gusta la combinación, pero creo sin lugar a dudas que hemos para nacido para estar juntos.
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