Vive intensamente.
Ríe, llora si es necesario.
Ama, perdona, canta, baila, quédate quieto
cuando sea necesario.
Valora la vida como lo que es, tu mayor
tesoro, tu mejor regalo.
Nada se compara con poder abrir los ojos y
ver un nuevo día. Sea cual sea el panorama que se presente, piensa que detrás
de las nubes está el sol, que la oscuridad se pierde cuando enciendes la
luz.
Se positivo, nada ganas con quejarte de
las cosas, eso no soluciona nada. Si debes enfrentar un mal momento, hazlo con
la mentalidad de que todo es momentáneo. De que después de la batalla, serás más
fuerte y cada vez podrás enfrentar las cosas con más temple.
No busques motivos, porque el estar vivo
es la mejor razón para continuar el camino. Aún hay mucho que te espera,
todavía debes descubrir más.
Puedes cansarte, pero
por favor, no abandones.