A veces cuando creemos que no damos para más, la vida nos enseña mágicamente, que aún hay mucho por delante. Que un tropiezo no es el final. Que las lágrimas no son en vano, y que siempre, después de haber pasado lo peor, es cuando logramos caminar con más fuerza.
El cansancio es algo que no podemos evitar. Sentirnos agobiados, golpeados por las cosas que han pasado. Pero darse por vencido es una decisión.
Usa cada cosa que te haya pasado para ser mejor. Aprende de cada fracaso, úsalo de escalón para subir. Para tocar el éxito de un sueño o simplemente, para al final del camino, darte cuenta que hasta lo mínimo valió la pena.
- Sydney Harris
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